Créeme,no necesito nada más

Tenía los pies congelados después de haber pasado toda la noche intentando huir de las sábanas.Por extrañas razones hoy no había sonado el despertador,y esa absurda sintonía pegadiza y aborrecible había dado tregua.Todavía tenía los ojos hinchados y se le hacía difícil conseguir abrirlos.Primero el derecho.Después el izquierdo.Los deja entreabiertos.Entre esa fina línea de visión se percata de esos intensos ojos marrones que le clavan su mirada.No una mirada intimidante ni temible,al contrario,se topa con una miraba clara,protectora,cálida,capaz de transmitir una sensación de madurez y calma,que nunca antes había experimentado.Le quiere.Tenía los ojos más brillantes que nunca.Enamorados,soñadores,dispuestos a todo,capaces de cualquier cosa.Le sonrió,intercambiaron sonrisas,





les gustaba ese beso de buenos días.