Prometimos querernos los dos

Que duro puede llegar a ser decir adiós e intentar que corra el tiempo mientras no estamos juntos.Tener que dejar atrás esos ojos marrones de pestañas infinitas capaces de hablar sin la más mínima intención.Intentar no perderme entre esas sonrisas desiguales y en las arruguitas que se te forman a los lados de los ojos cuando sonríes. Olvidar esos abrazos que me protegían y me cobijaban en las noches de invierno,esos que me hacían sentir más pequeña aún.Dejar de disfrutar de tus manías y acostumbrarme a no observar tu piel morena cuando se aclara con el sol de por las mañanas.Intentar no contar las bromas que tengo que hacer para conseguir que te rías y el mínimo movimiento o palabra con el que eres capaz de hacerme sonreir.Conseguir perder la rutina de verte enredado entre las sábanas marfil todas las madrugadas e intentar acostumbrarme a no volver a ver esos ojos aún hinchados que me observaban al despertar.

Eterna despistada

Deja de engañarte preciosa,él no te quiere.
No se desvive por ti,no te hecha de menos cuando no estás y tu sonrisa para él forma parte del montón.Que cuando se despierta probablemente piense en otras muchas,que seguro,tú no te encuentres entre una de ellas.Que no necesita verte a todas horas ni se muere por que le dirijas una palabra.Que no se le entrecorta la respiración cuando te ve, ni tartamudea cuando te habla.Él,al contrario que tú,no aguantaría tus caprichos ni tu carácter infantil.Él no daría nada por tí.No te defendería,no te entendería,no te querría nunca.


No te mereces eso.Él no te merece.Sería incapaz de darte todo el cariño que necesitas,ese que tú si das,ese espontáneo,desinteresado.

Pero como siempre tú,ingenua,soñadora,caes en la trampa,y cuando lo haces,no hay vuelta atrás.

Nunca habrá nadie como tú

Y le miraba todos y cada uno de los días como si fuese la última vez que lo hacía.Él podía dejarla, desaparecer de un día para otro sin dejar rastro,sin percatarse de las consecuencias que eso conllevaba. Podía no volverlo a ver nunca más.Le aterrorizaba esa idea.Deseaba con todas sus fuerzas que ese día no llegara.No lo soportaría.

Que te quedarás conmigo una vida entera

que contigo adiós invierno,sólo primavera.

No te preocupes,todo va a estar bien.

Y esa sonrisa inusual e imperfecta hoy no se ha dejado ver.

Era tan frágil y delicada que sería capaz de deshacerse en pedazos con el mínimo roce de piel.En cambio,cuando le tenía delante, adoptaba una postura fuerte y rígida,capaz de enfrentarse a todo.Un caparazón,una coraza,tal vez,un escudo que le protegía de daños,evitaba que la hirieran,que la utilizaran,que jugaran con ella.Tenía miedo de que no la quisieran como se merecía.

Créeme,no necesito nada más

Tenía los pies congelados después de haber pasado toda la noche intentando huir de las sábanas.Por extrañas razones hoy no había sonado el despertador,y esa absurda sintonía pegadiza y aborrecible había dado tregua.Todavía tenía los ojos hinchados y se le hacía difícil conseguir abrirlos.Primero el derecho.Después el izquierdo.Los deja entreabiertos.Entre esa fina línea de visión se percata de esos intensos ojos marrones que le clavan su mirada.No una mirada intimidante ni temible,al contrario,se topa con una miraba clara,protectora,cálida,capaz de transmitir una sensación de madurez y calma,que nunca antes había experimentado.Le quiere.Tenía los ojos más brillantes que nunca.Enamorados,soñadores,dispuestos a todo,capaces de cualquier cosa.Le sonrió,intercambiaron sonrisas,





les gustaba ese beso de buenos días.